
La educación en actitudes y valores
Si reconocemos que la educación comporta implícitos unos valores, la escuela debe asumir la formación de personas más allá de la pura transmisión o construcción de conocimientos o habilidades.
Así, a partir de la elaboración del Proyecto Educativo de Centro y del Proyecto Curricular de Centro, se definen los valores que el centro educativo se plantea promover y se concretan las propuestas y los espacios para desarrollarlos (Prat, 2003).
Tal y como apunta la autora, en el centro se crea una "cultura moral propia" que sin duda influenciará a la educación de actitudes y valores.
Por tanto, y centrándonos en la inclusión de los alumnos con discapacidad en la sesión de educación física, la educación en actitudes y valores será la base para que todo el alumnado respete la diversidad y pueda así interiorizar la inclusión como un valor que enriquece a toda la comunidad.
Debemos conseguir que todo el alumnado se sienta acogido, aceptado, seguro y por tanto, valorado (Stainback, Stainback y Jackson, 1999).
En este sentido la propuesta de organización de juegos motores sensibilizadores puede ser un recurso de gran utilidad (Ríos, 1994, 1998)
